sábado, 26 de junio de 2010

What really matters.


En respuesta a muchas de las preguntas que nos plantea la vida, podemos encontrarnos la duda.
En situaciones difíciles, queremos ser racionales, pensarlo todo bien, darle mil vueltas a las cosas. Normalmente así las cosas funcionan mejor.
Pero en situaciones excepcionales no. A menos que nos dejemos llevar por nuestras propias iniciativas, y nos volvamos un poco locos, y digo un poco. Arriesguémonos, atrevámonos a ser diferentes, a ser originales, a ser como realmente somos.
Si todos pensáramos en cada detalle de nuestras vidas, la esencia de las cosas se desvanecería, porque son esos pequeños momentos los que hacen que valga la pena vivir cada segundo.
Cuando una persona nos sorprende con algo inesperado. Cuando suena, de repente, una canción, en el momento justo y el lugar indicado.
Y te hace sentir como que es para ti.

Entonces sonríes, y esas preguntas sin respuesta ya no importan, porque de algún modo, algún día ya sabrás la respuesta de una u otra manera.
Y si no es así, ¿Qué más da?

domingo, 13 de junio de 2010

Un poco de ti.


Me hablabas desde tu distanciamiento habitual. Un poco ácido, incluso.
Pero te callaste. Pensé que estabas molesto. Un silencio se instaló entre ambos.
De repente, te miré. Y te ví como no te había visto nunca.
Me hablaste con ilusión. De como te gustaba mirarme a los ojos y sentirte
acompañado. De como te gustaba oír mi voz y escucharme hablar durante horas.
Me hablabas de dulzura. Hablabas de mí de una manera que nunca me había visto.
No me habría reconocido, y sin embargo, veía que creías en lo que me decías.
Siempre una palabra amable, una sonrisa, un buen consejo, o simplemente escuchar.
Eso me decías. Y me diste las gracias. Por todas las cosas que había hecho por ti.
Me cogiste de la mano y sonreíste. Poco a poco me acercaste a tu pecho.
Me rodeaste con tus brazos y me dejé abrazar. Te sentí tan cercano...
Y alli estabamos, los dos, abrazados. Debías sentir mi respiración.
Yo tenía los ojos cerrados y olía tu perfume.
No era consciente de nada más que de ti.




Y no pude seguir.

martes, 8 de junio de 2010

Mañana


Los días pasan, cada vez está más cerca. Sientes los nervios. Te recorren el estómago.
Los días pasan, entre hojas, libros. Bolígrafos, subrayadores. Apuntes que no admiten más color. Ojos que se cierran. Mente saturada. Gotas de café en una mesa abarrotada.
El día se acerca. De repente me siento tranquila. Pero me asusta sentirme así. ¿Qué pasará mañana?

miércoles, 2 de junio de 2010

Último aviso

Caminaba. Solo, por el pavimento gris, con la mirada fija en sus zapatos.

El andén estaba vacío, todo el mundo había subido y ya estaban sentados, cómodamente, en sus asientos. A través de las ventanas veía sus caras. Algunos sonreían, tal vez emocionados por un viaje o por encontrarse con alguien querido. Otros tenían la mirada perdida. Jóvenes con auriculares que se aislaban del mundo.
Huía de las malas decisiones, de los errores cometidos, de las desilusiones. No se atrevía a subir. No sabía que tendría que afrontar al cruzar la puerta de destino.
Último aviso por megafonía. Los últimos rezagados pasan corriendo a su lado, pero el mundo parece detenerse. Le llega una voz, lejana, como un susurro.

Se despierta.