Pese a qué en mi fuero interno supiera que lo era perfectamente.
Tras tantos momentos compartidos, sonrisas cómplices y miradas que lo decían todo.
Tras tantos momentos compartidos, sonrisas cómplices y miradas que lo decían todo.
Me sentí estúpida, y algo se rompió, porque no me esperaba algo así.
No de ella. No de esa forma.