martes, 26 de octubre de 2010

Tic-tac

Suaves ecos de miradas que se encuentran en un suspiro reprimido. Susurros que se esconden entre muros huecos. Y se sostienen la mirada entre notas de una melodía de espejo. El sonido del viento sobre las hojas de un otoño tardío, del ruido de charcos pisados con botas de goma.
Y su risa, espontánea, música cristalina en un día oscuro, límpida entre los nubarrones que arrecian la lluvia, que caía sin compasión sobre sus rostros encontrados, felices, fruto de suposiciones acertadas. 
Mientras tanto, el tic-tac del reloj seguía su curso, hacia un final no escrito.

viernes, 15 de octubre de 2010

Perdóname

¿Sabes?
El camino es muy largo.
Tremendamente largo, y a veces demasiado corto.
Es muy pesado llevar cargas añadidas.
No quiero hacerlo.
No tengo porqué.
No es más fácil, pero es mejor.
A veces cuesta mucho librarse de esa carga extra.
Cuesta olvidar, cuesta dejar atrás las cosas que han pasado.
Pero vale la pena.
¿No son las cosas lo suficientemente difíciles como para que las compliquemos aún más?
¿No hay bastante sufrimiento como para ir recordando el anterior?
Nos merecemos ser felices, y sin duda, el camino es demasiado corto como para desperdiciarlo.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Seis segundos



Abrazos. Como esos que se dan por cortesía, o los fríos, o los que solo duran un segundo, o los que terminamos por incomodidad, o los de las palmaditas en la espalda,
o los que damos cuando consolamos a alguien. Los de amigos que hace tiempo que no ves, o los de tu familia, o como esos que quieren decir cosas que se sienten, o esos que te hacen sentir mejor. También están esos que te estrujan y no te dejan respirar. O los que te cogen muy fuerte y te levantan del suelo. Abrazos de bienvenida, abrazos de despedida, de felicitación, de tristeza.
Abrazos de cariño, de ternura, de confianza, de descanso, de soledad.
Abrazos para llorar libremente.
Un abrazo largo, en el que te fundes con la otra persona,
en el que te empapas de su olor, en el que cierras los ojos y no piensas,
te sientes seguro y protegido, y piensas que podrías estar así durante horas.