jueves, 26 de enero de 2012

Weird

Bueno, estaba mirando las entradas del blog, y la verdad es que me he dado cuenta de que no saludé al 2012 de ninguna manera, lo cual me ha extrañado. Pero me parece que es porque ha sido un año tan... weird, que no quiero recordarlo demasiado.  También me he encontrado por algún sitio con esta imagen, que ilustra bastante fielmente mi año:

Bueno, habiendo terminado toooodos los exámenes del cuatrimestre, habiendo aprobado todas las asignaturas, (incluso cuando pensaba que no era humanamente posible); llevo desde el lunes con un merecido descanso, hasta el lunes que viene, en que volveré a verme las caras con los banquillos de la universidad.
Mañana me voy a Barcelona.
Que pasen ustedes un feliz fin de semana. 

That's all folks!

sábado, 14 de enero de 2012

Viernes 13

Viernes, 13 de enero, 0:25 am.
A lo largo de la calle se escucha un fuerte crujido y el sonido del choque de dos coches.
Un Opel pasaba un cruce a poca velocidad. Iban a parar para aparcar.
De repente otro coche sale muy deprisa del otro lado de la calle y se empotra de frente contra el primero, al que arrastra hasta encima de la acera, empujándolo por el lado izquierdo del coche.

No sé quien iba en el segundo coche, no sé que les pasó, sé que eran dos chicos jóvenes, y que, más tarde, iban por ahí caminando, con un cigarrillo en los labios.

En cambio, sí sé que les pasó a los del otro coche. Un chico iba al volante, y le acompañaban cuatro chicas. Una en el asiento del copiloto, otras tres atrás.
La primera chica salió del coche, del asiento del copiloto, le sangraba el labio. Una segunda chica salió de detrás del asiento del copiloto, con cierta urgencia..., esa... esa era yo.
Tuvimos que sacar a la tercera chica en brazos, no podía mover las piernas. Recuerdo sus gritos de dolor.
La última chica que salió fue la que estaba más cerca del impacto, pero, extrañamente, estaba bien.

Es raro, no recuerdo el impacto, y a penas como salí del coche. Las otras dicen que sólo preguntaba si las demás estaban bien, que deambulaba entre todos los que estábamos allí.
Yo no sé que hice, ni que dije, sólo recuerdo salir del coche y después, ya estaba allí la ambulancia y la policía.
Es como si hubieran cortado una cinta de película y hubiesen pegado los dos extremos, sé el principio y el final, pero me perdí la mitad de la historia. Recuerdo el olor a humo, y que mi instinto me decía que saliera del coche ya. Eso hice. Si algo recuerdo bien, es el frío, hacía mucho frío, escuchaba como me castañeteaban los dientes y no podía parar de temblar.  También recuerdo preguntarle a mi amiga si podía mover las piernas, si sentía como le tocaba los pies, su respuesta era afirmativa. Todo lo demás fue mecánico.
Los sanitarios colocaron a mi amiga en la camilla, y de ahí a la ambulancia, yo fui con ella al hospital y esperé hasta que aparecieron los demás. Poco a poco nos atendieron a todos. Yo fui la última, recuerdo que no pensaba con mucha claridad y que no me dolía nada. Me senté y cuando me quise levantar caí en la cuenta que me dolía mucho la rodilla y la mandíbula. La adrenalina había bajado y ya sentía mi propio dolor.
Los médicos me hicieron un reconocimiento. La rodilla y la mandíbula estaban un poco hinchadas. Me hicieron Rayos X de la rodilla y todo estaba bien, la mandíbula también. Me había mordido la lengua y tenía algo de sangre en la boca. Sólo necesitaba descansar.
Nos fuimos del hospital a las 4.35 am, mi amiga se había quedado ingresada por rotura doble de pelvis.
Todas las demás volvimos a casa.


De cada situación que vivimos nos toca aprender. Puede ser difícil, no tiene sentido buscar culpables, lo que ha pasado, ha pasado, y ya está. Todos podemos contarlo, y eso es lo que cuenta para mi. 
Aun hoy no recuerdo mucho más que esto. Llamé por teléfono a varias personas, no sé muy bien que dije, pero seguro que además de todo, solté muchas tonterías. Es increíble el estado de shock en el que estaba, no era consciente de prácticamente nada hasta que fueron pasando las horas.
Aun hoy, un día después, no dejo de sorprenderme de como suceden las cosas, de como nos ayudan a replantearnos muchas cuestiones y a recordarnos de qué es lo realmente importante.