martes, 22 de marzo de 2011

Decisión a la carta

Bueno, la entrada de hoy es un poquito especial (no es que las demás no la sean); pero es un texto que no he escrito yo, eso quería remarcarlo. Lo ha escrito una muy buena amiga mía que está tanteando estos mundillos y no se termina de decidir, así que se lo publico yo. 






Por tercera vez se repite la situación...¡Y sigue resultándome tan difícil resolverla! Al tomar una decisión, nunca sabes con certeza si será o no la correcta, si tendrá o no consecuencias que luego harán que te arrepientas. Pero bueno, la vida es así; en el momento en el que eliges el camino de la derecha, decides que te vas a perder todo lo que hay en el de la izquierda y aunque sea lo que más deseas en el mundo, no puedes quedarte parada esperando allí, debes decidir, debes experimentar.
Me escucho decir que es la tercera vez que me sucede y me siento tan novata, tan insegura, tan indecisa... No sé si quiero blanco o negro, si escuchar a mi corazón o a mi cabeza, ni si quiera sé si mi corazón y mi cabeza están seguros de saber qué quieren. Y todo se complica.
No obstante, la vida me ha enseñado, y mi carácter me dicta que soy yo la que tiene que decidir, que nada ni nadie lo puede hacer por mí porque de esa decisión dependerá que me encuentre en el camino de la derecha, perdiéndome todo lo que hay en el de la izquierda, o que suceda justamente lo contrario.
Blanco o negro, sí o no, derecha o izquierda... Las dos caras de la misma moneda, dos polos opuestos, pero a la vez tan idénticos que nunca podrán llegar a juntarse. Sigo pensando, sigo sintiendo, sigo sin esclarecer mis dudas, sigo sin tomar decisiones.
La verdad es que me da la impresión de que me queda tan bien dar consejos, y tan mal pedirlos, que las pocas veces que he acudido a las personas que quiero, contando mis problemas, se han asustado tanto de encontrar insegura a la persona que está siempre segura de todo, que ni si quiera se han atrevido a aconsejarme. Simplemente se limitan a orientarme diciéndome frases como “ haz lo que te dicte tu corazón”, “lo que tú decidas, bueno será”... Y demás tópicos que, aunque me sirven siempre, no necesito escuchar en estos momentos...Necesito algo tan simple y tan complicado como un sí o un no.
Aunque, bien es cierto, en el fondo agradezco la confianza que transmiten esas palabras, confían tanto en mí, que están seguros de que haré lo correcto. Esta sensación agridulce consigue reconfortarme.
Pero sigo pensando: ¿Qué debo hacer?¿Qué quiero hacer? Sigo sin respuesta alguna.
En fin, supongo, que por más consejos que te den, por más explicaciones diferentes que escuches, al final te encuentras tú, frente a tu vida, y la decisión depende, única y exclusivamente de ti. Tú decides.
Así que nada, habrá que limitarse, una vez más, a decidir en caliente, sin pensar, sin recaer en miradas hacia el futuro y sin intentar adivinar posibles consecuencias. Simplemente, hacer lo que te apetezca en ese instante y disfrutar de ello sin pensar en qué pasará cuando llegue el instante siguiente.



4 comentarios:

  1. Como ya puse una vez por mi blog, elegir no es decidir, elegir es arriesgar :)

    Desnudarse está bien jaja, dile a tu compi que siga escribiendo que no lo hace nada mal ^^

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  2. Buen escrito el de tu amiga, a ver si la convences para saltar a este mundillo jajaja.

    Qué decir, pues que la vida es así, en el instante que te paras a pensar en qué pasaría si hubieras escogido otras elecciones, se te esfuma el tiempo. Y no es que sea algo a contrarreloj, sino que es algo tan sencillo como hacer en cada instante lo que uno mismo desea... y tirar p'alante jeje. Todo irá bien.

    ¡Besos! :-)

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  3. Hay q lanzarse, valor!! Tanto para vivir como para seguir escribiendo, me ha gustado mucho :)

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  4. las decisiones más importantes son las que se tienen que tomar, cuando las cosas duelen. Llegarça el momento, y sabrás elegir. Seguro.

    Saludos y una abrazo.

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