Suena a lo lejos el rumor del tráfico, pero estás demasiado absorto en lo que piensas.
Lo que piensas y no dices. Cierras los ojos y una ráfaga de viento pasa entre nosotros sin que me mires ni siquiera. Me gustaría saber que pasa por tu cabeza en este instante.
Cuántas veces habremos deseado saber lo que piensa la otra persona... Y es que es casi imposible adivinarlo.
ResponderEliminarMe ha gustado cómo escribes, y me ha gustado el blog :-)
¡Un abrazo!