viernes, 19 de noviembre de 2010

Closed



El cielo está cubierto. Tú te miras reflejado en el cristal del coche que hay más allá.
Suena a lo lejos el rumor del tráfico, pero estás demasiado absorto en lo que piensas.
Lo que piensas y no dices. Cierras los ojos y una ráfaga de viento pasa entre nosotros sin que me mires ni siquiera.  Me gustaría saber que pasa por tu cabeza en este instante.


1 comentario:

  1. Cuántas veces habremos deseado saber lo que piensa la otra persona... Y es que es casi imposible adivinarlo.

    Me ha gustado cómo escribes, y me ha gustado el blog :-)

    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar