lunes, 20 de febrero de 2012

Permíteme que te contradiga

Cuando abrí este blog, lo hice con la intención de escribir sobre lo que me diera la gana, sin preocuparme de lo que se pensara de mi ni de mis ideas, y hoy no puedo más que escribir sobre las revueltas que se están dando en Valencia.

¿Qué le pasa al mundo? ¿Es que los gobernantes no se dan cuenta de que el sistema se cae a trozos?
¿No se dan cuenta de que estamos cansados?
Estamos cansados de ser pisoteados, de manipulaciones, de escándalos políticos, de robos, de corrupción, de que se aprovechen de nosotros. Pero creo que lo peor de todo, es que estamos cansados de conformarnos, y aun así seguimos haciéndolo. ¿Por qué? Porque pensamos que cualquier cosa que podamos hacer no será suficiente. Yo soy parte de este pensamiento. Sufro al ver las noticias al mediodía, me da vergüenza ver como se absuelve a Camps y se condena a Garzón, siento una tristeza inmensa al ver como familias son desalojadas de lo que siempre había sido su hogar, por no poder pagar una hipoteca desorbitada, mientras que se rescata con dinero público,  nuestro dinero a los mismos bancos que están ejecutando dichos desalojos.
En estos días, me he dado cuenta, como de equivocada estoy. Estos adolescentes, estudiantes de secundaria, han demostrado que sí que podemos hacer algo, que sí que contamos.
Ellos se manifestaban pacíficamente, haciendo valer su derecho constitucional. Si lo que defienden no fuera relevante, ¿Por qué enviar a los anti disturbios? ¿Para masacrar a unos chavales, sus profesores y algún familiar? Ah no, es que estaban desafiando continuamente y alterando el orden público... Ah, que agredían a los policías... sí bueno, imaginad la situación. Anti disturbios armados y protegidísimos con sus uniformes, sus porras, sus escudos, pelotas de goma y demás contra un grupo de jóvenes armados con sus manos, un par de libros y alguna mandarina. Toda una batalla vamos. Y eso por no hablar de que van sin identificación.
Todo por defender sus derechos, el derecho de la educación digna y de calidad.
La Comunidad Valenciana está que da risa. Me hace mucha gracia leer en el periódico que sí gala en la Ciudad de la Luz en Alicante, que si ahora el aeropuerto de Castellón, que si la estatua de Fabra en el mismo aeropuerto, que si Ciudad de las Artes y las Ciencias, que si America's Cup, que si circuito de F1, que si visita del Papa, hipermegaultrasupergrandísimo hospital de la Fe medio vacío al que se le cae el techo en la sala de quirófanos... en fin, toda una serie de catastróficas desdichas que me hacen pensar, ¿en qué narices piensan los valencianos para seguir votando a quienes votan? ¿La gente es imbécil o qué?
Voy más allá de partidos políticos, está claro que en PSOE en Andalucía montó una bonita también, pero claramente la Comunidad Valenciana está de capa caída. Institutos abarrotados, colegios a los que se les corta la luz por impagos, barracones de parche por aquí y por allá. La comunidad autónoma con más deuda y con un índice de paro escalofriante. Ahora, eso sí, hace unos añitos, era el paraíso de los chalés y los hoteles prácticamente dentro del mar. La burbuja creada por el bueno de Aznar hizo pop y los valencianos nos quedamos con una manita delante y la otra detrás. Después pretenden que no nos manifestemos ni nos quejemos. Tengo 19 años. No soy economista, ni política, ni abogada. No conozco todos los entresijos del sistema, pero hablo de lo que veo. Y así como yo, estos jóvenes se defienden como mejor pueden de la represión de un sistema que se ha quedado obsoleto, que se niega a modernizarse, a mejorar aspectos que son necesarios, porque la sociedad ha cambiado, todo cambia. Tenemos un sistema judicial que de justo no tiene nada. Una Constitución insuficiente y una legislación que sigue machacando al pueblo.
¿Que es necesaria una reforma constitucional? Sí. ¿Que se hará? Lo dudo. ¿Por qué? Hmm, supongo que hay muchas razones, entre las que seguro están implicitos los intereses de los partidos. El PSOE no la realizó porque serían necesarias elecciones, el PP no la realizará porque le conviene que exista una monarquía arcaica, machista y chupasangre. ¿Qué es mejor para la gente...? ¿Y eso qué importa?
Estamos dando marcha atrás en el tiempo, a una época en la que los ricos marcan el ritmo al que los demás han de caminar, hinchando impuestos y cargándose a la clase media del país. O eres rico, o eres pobre.
Si te gusta bien, si no, ajo y agua, te tapamos la boca con esparadrapo y te metemos en el sótano.







PD: Perdón por el tostón, ahora podré dormir a gustito.

2 comentarios:

  1. Ari! recuerdas cuando estudiabas historia? recuerdo una cosa que me explicó una profesora sobre los ciclos condatrief (o algo así que no me acuerdo cómo se escribía). Se trata de unos ciclos de altos y bajos por los que se puede hacer un patrón de hechos históricos que se repiten a lo lardo del tiempo... es también como las apostasías que nos habla la Biblia.
    Creo fervientemente que este es otro de los ciclos y que estamos empezando a despegar con acciones como estas... vamos a sufrir Ari, mucho, pero llegará el momento en el que no nos quede más remedio que armarnos (literalmente) y aplicar la ley del pueblo a los que nos están llevando a este agujero. Hemos vivido demasiado tiempo en la utopía de la sociedad del bienestar y ahora que se nos está cayendo la venda de los ojos estamos empezando a ver...
    Ya verás, la vamos a liar parda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que mi profesora de historia (decimonónica ella) nos envió a Selectividad sin haber dado la Guerra Civil ni a Franco ni nada de eso, porque estaba muy reciente en su memoria y le dolía hablar del tema (Así como lo lees)
      El problema es que no se termina de caer la venda, hay gente que NO QUIERE ver.

      Eliminar