martes, 23 de noviembre de 2010

You may say I'm a dreamer, but I'm not the only one

Erase una vez, una niña que quería volar. Siempre había envidiado a los pájaros, a las águilas. Libres, elegantes y majestuosas. Quería sentir el viento sobre su piel, escuchar el viento entre su pelo y cerrar los ojos confiando en que flotaría hacia donde quisiera. Donde pudiera sentirse libre. Al crecer quiso tener un lugar donde no tener que pretender ser nadie. Donde pudiera vivir tranquila con que todo estaría bien siendo justo como es. Tal vez era demasiado idealista, o soñadora, o romántica. Pero sabía que las cosas nunca serían como ella soñaba.
Por eso estaba dispuesta a construir ese lugar.
Por eso decidió cambiar las cosas que no le gustaban. Dejaría de hacerlas, sencillamente. Aunque los demás no las consideraran adecuadas. O parecieran disparatadas. O no tuvieran sentido. Saltaba en la cama, cantaba en la ducha, sonreía a la gente por la calle, les decía hola. Escuchaba lo que las personas tenían que decir, las hacía sentir importantes, que contaban. Respetaba el silencio, y reconocía el valor de una palabra bien dicha, en el momento exacto. Siempre toleraba a los demás y desarrolló esa paciencia que tanto admiraba. Siempre se guiaba por lo que pensaba, pese a lo que los demás opinaran. No le importaba. Se equivocaba, dudaba, muchas veces intentaba hacer lo que sabía que estaba bien y fallaba, pero no se rendía, porque tenía un objetivo, y estaba decidida a conseguirlo, costase lo que costase.


Porque al final, las cosas tienen el valor que uno quiera darles, y sólo cuenta si das de ti mismo lo mejor.

1 comentario:

  1. Me parece que esa muchacha era ¡perfecta!
    He leido todo lo que has publicado, y es sencillamente delicioso. Publica pronto, por favor.

    Oye... Ehmm.. Creo que esto no seria adecuado, pero... Podrias pasar por mi blog? Solo lee un poco, comenta, sigueme, ignorame o lo que quieras, pero pasa, please...
    http://fuegosyperfumes.blogspot.com/

    ResponderEliminar